OBSESIÓN

OBSESIÓN Umberta Jurado conoció a Lucio en su primer trabajo, nada más cumplir los veinte. Cuando empezaron a salir no sabía de su afición por Laura Pausini, se enteró cuando fue a la casa de sus padres y vio el cuarto de soltero lleno de posters y discos de la cantante. Un año más tarde una viuda brasileña con plantaciones de no sé qué por allá se cruzó con el chico. Lucio desclavó los posters, guardó los discos en una caja, agarró su tabla de windsurf y #sitehevistonomeacuerdo . Cuando se le pasó el berrinche, una tarde haciendo spinning en el gimnasio, Umberta se fijó en uno que llevaba una camiseta de Laura Pausini que le recordó a Lucio. Él se dio cuenta y le preguntó si le gustaba. Empezaron a hablar. Se llamaba Ambrosio. A los seis meses se fueron a vivir juntos. A Umberta no le importó que solo pusiera música de la Pausini, ni los posters en las paredes, aunque lo de los calzoncillos con la foto de ella se le hacía cuesta arriba. Un día se fue a por tabaco y no regresó. Umberta...